Méridem
Ahora soy, por fin, lo que no he sido.
Al tiempo, augur del desdichado,
nada debo, nada de mí.
Lo que tengo, o tendré,
pertenece a la certeza del olvido,
o a ti , desconocida, incansable poesía.
Si escribí, si no escribo, si escribiré,
¿qué significa todo eso?
Ah, qué hermoso es este oficio del silencio.
Belleza
Quién eres tú, belleza,
incierta, impura belleza.
Qué buscas dentro de mí, belleza.
O solo quieres que te nombre , belleza,
como a una recién nacida, belleza,
impostora de ti, de mí, belleza.
Digo, quiénes seremos tú y yo, belleza,
Cuando, de aquí a mañana, belleza,
no seas tú, poesía, mi única belleza.
Vuelta
Mañana volveré.
Mañana, dije, sin mirar tu rostro,
sin mirarnos de frente.
Pero viéndote, viéndonos
como antes nos mirábamos.
A ciegas llegaré,
como un Odiseo tejido y destejido
por el desamor, esa llaga
incurable de tu corazón.
Llegaré, falsa Penélope,
Circe de los amigos
que Edilberto vio convertidos en cerdos,
lestrigona de este viejo caballo de Troya.
Argos me espera.
Cansancio
Ya no quiero, no puedo
dar más de lo que tengo.
Mi corazón boquea como un pez
en el fondo de una nasa abandonada.
Así me veo ante mí mismo:
animal sudoroso, azorado,
viejo poeta, marchito en sus laureles.
De nada me valió
meter mis manos en todas las hogueras
en nombre del amor,
vieja causa perdida.
De nada, haber creído
en la palabra dada
por más que haya nacido de unos labios
dulcemente posados en los míos.
El tiempo es cruel y juez severo,
Justa o injustamente cruel.
Conozco toda altura y toda bajeza,
sus vacilantes máscaras
que el tiempo, con el tiempo,
va poniendo en su lugar preciso.
Yo he visto rodar glorias,
cabezas bien o mal alzadas
en la plana pública
para honra y prez de fieles
o de incautos.
Yo he mirado la verdad, su temible fijeza,
su mano limpia, amenazante
contra quien no se rinda
a su reino impenetrable, ciego.
Y simples cosas,
extrañas, entrañables pertenencias
no mías, he visto,
y de esto y más daría fe
ante propios y extraños
como un viajero pródigo
que vuelve inesperadamente.
Reconozco, al pavesiano modo,
que es difícil vivere.
Y yo he vivido y he visto y he creído.
Y todo esto cansa, cansa, cansa.
Y yo, yo estoy cansado.
Poétique
Lo adjetivo, Huidobro, es lo que mata,
así como la rosa florecida en tu poema.
Y el poema no es llave;
Cerrojo, cerradura, sí,
de la única puerta que lleva a la poesía.
Crea, cree que creas,
poeta, ciudadano del olvido;
crea viejas palabras y pásalas por nuevas
al mando de tu báculo pontificial, bicéfalo.
Y alce su mano, ante ti, de dios pequeño
el que viniere de otro mundo
a decir lo mismo, ya sabido.
¿Pequeño Dios?, si acaso tú, Vicente,
Pese a tu pecado de originalidad.
De Segunda
mano (2010)
ARS
Muerdo mi
lengua para que más sangre
y la vuelvo a morder para que cante.
Mi lengua larga y doble, como todas
las lenguas enemigas, sotto voce.
y la vuelvo a morder para que cante.
Mi lengua larga y doble, como todas
las lenguas enemigas, sotto voce.
Muerdo mi
lengua y sangra y la maldigo
porque no es vino lo que de ella brota.
Puro veneno trago. Doloroso
tarugo que mastico y me atraganta.
porque no es vino lo que de ella brota.
Puro veneno trago. Doloroso
tarugo que mastico y me atraganta.
Lengua adversa
sin más: vilipendiada,
viperina y procaz y tabernaria.
Lengua de mí, como si nada, luenga.
viperina y procaz y tabernaria.
Lengua de mí, como si nada, luenga.
Esta es mi
obra, digo, parto de estos montes,
fatua palabra sobre palabra fatua
nacidas de mi lengua patética, poética, ¡y ars!
fatua palabra sobre palabra fatua
nacidas de mi lengua patética, poética, ¡y ars!
LENGUA FRANCA
Cuando te digo
amore, cara mía,
es amor lo que
digo, francamente;
y vos decime mon amour
cuando te bese
allí, au déla,
o como se diga
en papiamento
o en una
lengua muerta.
¿Cómo se dirá
amor en una lengua muerta?
Love, not war,
me decía una
veterana desalmada
cuando, ipso
facto, me pasaba por sus armas.
Amore, amoris,
te diría un
ladino de Verona.
Y yo te digo
amor, sin pelos en la lengua,
hagamos ese
amor que más nos gusta.
HABERES DE VILLON
Todo lo que sé
me lo legó Francois Villon,
el villano de Angers,
hijo de Guillaume, peor que él,
y de madre desaparecida.
Francois, mâitre y poéte,
le dispensó a Regnier cuatro perros hambrientos
y al señor de Griny, media docena más,
y un pato a la Cholet, por casquivana.
Y a mí, sin que conste en relación alguna,
me lo legó Francois Villon,
el villano de Angers,
hijo de Guillaume, peor que él,
y de madre desaparecida.
Francois, mâitre y poéte,
le dispensó a Regnier cuatro perros hambrientos
y al señor de Griny, media docena más,
y un pato a la Cholet, por casquivana.
Y a mí, sin que conste en relación alguna,
me mandó en
pago por un puño de morrallas
eso que cubre entrepiernas y pecheras
de Las Carmelitas.
A cambio, de mi parte,
acomodé a los pies de la virgen de los inocentes,
eso que cubre entrepiernas y pecheras
de Las Carmelitas.
A cambio, de mi parte,
acomodé a los pies de la virgen de los inocentes,
beso mediante,
su reputado florete
su reputado florete
de salteador
de alcobas y veredas.
Villon, villano amigo,
ya le entregué a Louvieros
las cáscaras de huevo que dijiste.
Y más y muchas cáscaras
a tus damas de antaño, Thais y Eloísa;
y cáscaras, más cáscaras
a estas mías de hogaño:
pocas de ver, una
o ninguna.
Villon, villano amigo,
ya le entregué a Louvieros
las cáscaras de huevo que dijiste.
Y más y muchas cáscaras
a tus damas de antaño, Thais y Eloísa;
y cáscaras, más cáscaras
a estas mías de hogaño:
pocas de ver, una
o ninguna.
LETRA PARA UN HIMNO
De algo que
bien pudiera llegar a ser un país,
de un país que no puede ser, todavía,
estoy hablando.
de un país que no puede ser, todavía,
estoy hablando.
Falta mucho,
todo
lo que un país quiere tener:
un nombre, un nombre propio de país;
tierras, mares y cielos del país;
muertos, vivos por un país;
fama de buen vecino, a pesar del país;
belleza, poetas y animalitos
a salvo en su país.
lo que un país quiere tener:
un nombre, un nombre propio de país;
tierras, mares y cielos del país;
muertos, vivos por un país;
fama de buen vecino, a pesar del país;
belleza, poetas y animalitos
a salvo en su país.
Un país que no
duela sin querer.
Un país que no
duela.
Otro país.
Otro país.
Un país que no
puede ser, todavía,
es mi país.
es mi país.
CATULINARIAS
2
No quiero, Lesbia, que me quieras
como otras me quisieron.
No sufras tanto, no vale la pena;
pues que duele
ese amor,
como el tuyo,
no correspondido.
no correspondido.
9
Pobres cenizas
que una vez
ardieron
por un hombre.
Pobres de las
que todavía,
como Dido, me
aman.
4
Me dijeron
que dijiste que me amabas.
No les creí.
Me dijeron
que dijiste que me amabas.
No les creí.
No creo que tú
hables
mal de mí
a mis espaldas.
mal de mí
a mis espaldas.
5
Te vi, Lesbia, en las termas,
húmeda te vi, desatinada y limpia.
¿Por qué no estás así
cuando llego a tu cama?
Te vi, Lesbia, en las termas,
húmeda te vi, desatinada y limpia.
¿Por qué no estás así
cuando llego a tu cama?
7
Hombre soy, Lesbia,
y tengo mis urgencias.
Hombre soy, Lesbia,
y tengo mis urgencias.
Razones, pues,
me sobran
que tus
platónicas ganas no conocen.
Contigo
o con las otras,
urgentemente
preciso ser fiel conmigo mismo.
o con las otras,
urgentemente
preciso ser fiel conmigo mismo.
10
Te llevaré a
Palacio
para que te
envidien
cortesanas y
avenidos palaciegos.
Vaya, dirán,
qué hace esa entre nosotros.
Así murmurarán
las cortesanas, Lesbia.
Esas,
amo y señor yo
de todas ellas.
12
Cayo Valerio, me dijiste, te amo.
Y me quedé callado.
Cállate tú y calla tus mentiras,
cara Lesbia.
Yo no te amo, ni amaré a ninguna.
Amar es cosa poca,
dura menos que un bostezo en tu cama.
Cayo Valerio, me dijiste, te amo.
Y me quedé callado.
Cállate tú y calla tus mentiras,
cara Lesbia.
Yo no te amo, ni amaré a ninguna.
Amar es cosa poca,
dura menos que un bostezo en tu cama.
CONFESIÓN DE PARTE
Yo no voy a
morir de amor.
Ya no.
Aquella vez
que debí hacerlo, salí huyendo,
huyendo en pos
del olvido, esa traición a sí mismo
que anida en
el corazón de los enamorados.
Sólo una vez
se puede morir de amor.
Morir, sin más,
como los héroes:
no importa
cuándo, ni cómo, ni dónde.
Simple y
sencillamente morir
a manos de
quien nos ha jurado amor eterno
y morir sin
saber la verdad.
Morir a cambio
de nada
o de algún
recuerdo, esa falsa pasión,
honra y prez
de los que amaron.
Yo no voy a
morir de amor.
Yo, el más
triste y odioso entre los cobardes.
MUJER DESNUDA
Anoche vi a
una mujer desnuda.
Por vez
primera
porque uno
siempre ve por vez primera
a una mujer
desnuda.
Una mujer
desnuda
es siempre esa
mujer desconocida.
La mujer
desnuda que vi
no es la misma
mujer
ni aquella noche
es la misma noche.
Esta mujer
desnuda nunca es igual
a la mujer
desnuda
de aquella
noche.
Tan sólo
estaba así, como en silencio,
porque su desnudez hablaba por sí sola.
Pero esa mujer
gritaba auxilio, auxilio,
desesperadamente
corría,
corría cada
vez más cerca de mí,
y yo, desnudo,
la veía como quien ve
por vez
primera a una mujer desnuda.
LAPSUS
Repetiré en
voz alta unas palabras.
Amor quise
decir cuando escribí tu nombre.
Olvido dije
cuando amor decía.
Tonta de ti y
tonto quien dice estas palabras.
Darío te daría
unas profanas prosas
Neruda esa cursi canción desesperada.
Lo frío de la
noche
recuerda que
estás lejos.
El frío y este
Claro de luna, de Beethoven.
Nada quiero
sin ti;
Perdón, quise
decir olvido, amor,
esas palabras.
Autocrítica
Obra & Gracia
me gusta más que Fuego Lento.
Materia Prima
la prefiero a mi media naranja,
Barricada.
Las cosas por su Nombre,
francamente diría: más o menos.
En el Lugar de los
Hechos,
ay, ese dislate de alcoba bogotana
me tiene sin cuidado.
Y La Estación Perdida,
escrita fue tan a destiempo
que más parece una romanza
de Romagnesi, il sommo.
Segunda Mano, ¿libro de
segunda
hecho pasar como libro de primera?
Y ahora…Lengua Adversa
para dar de leer a adversos y conversos
y me dejen dormir, sécula seculórum,
en mis laureles canos.
CUENTAS CLARAS
Un verso dejo,
sádico,
satírico,
y etílico
al enemigo y, si acaso, a la enemiga
de mi vida y obra.
A ver, ¿cuántos enemigos tengo?
satírico,
y etílico
al enemigo y, si acaso, a la enemiga
de mi vida y obra.
A ver, ¿cuántos enemigos tengo?
Uno que
otro o ninguno;
por gracia de los dioses, ya perdí la cuenta
por gracia de los dioses, ya perdí la cuenta
o por
desgracia mía, no me doy ni cuenta.
Hay poetas que
se pasan la vida
ganándose enemigos
como en una lotería literaria.
Yo, por mi parte,
versos dejo, muchos y diversos
para que ajusten
y que den contento
a las adversas lenguas
y a esos tristes tahúres de la gloria ajena.
ganándose enemigos
como en una lotería literaria.
Yo, por mi parte,
versos dejo, muchos y diversos
para que ajusten
y que den contento
a las adversas lenguas
y a esos tristes tahúres de la gloria ajena.
MARTES TRECE
Un día como hoy murió mi padre.
Este día, a mis siete de edad,
me enviaron a la escuela
en castigo porque bañé a Lingüística, mi gata..
Otro día como
este cumplí quince años
y me robé una novia entrada en los catorce.
Recién cumplidos los dieciocho,
recibí tremenda carceleada
por apedrear la estatua del general Carías.
Un día como hoy rondaba yo los veinte
y publiqué mi libro, primero, de poemas,
que en brevísimo tiempo
y me robé una novia entrada en los catorce.
Recién cumplidos los dieciocho,
recibí tremenda carceleada
por apedrear la estatua del general Carías.
Un día como hoy rondaba yo los veinte
y publiqué mi libro, primero, de poemas,
que en brevísimo tiempo
pasto fue de
la chanza y del olvido.
A mis cuarenta, ese día, ese día
me casé con la única muchacha de ver
en La Plazuela.
A mis cuarenta, ese día, ese día
me casé con la única muchacha de ver
en La Plazuela.
¡Ese día, qué
día, no toqué madera!
De Lengua
adversa (2012)
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