miércoles, 12 de mayo de 2010

Homenaje a Paul Éluard



Arrancamos con nuestra nueva sección "Torre trunca" en la que publicaremos un poema semanal de un autor hondureño. El poeta escogido para esta primera vez es José Luis Quesada (Olanchito, Yoro, 1948). El siguiente poema pertenece al libro Sombra del blanco día (1987). Es curioso que de este libro de Quesada haya tan pocos estudios o referencias. Y los comentarios, críticas o reseñas de nuestros estudiosos de patio aluden más a sus libros que reflejan una temática social, olvidando éste, que a mi parecer es uno de los textos poéticos de mayor relevancia en la literatura hondureña.

Paul Eluard cómo te recuerdo
dejado de la mano de tu mujer
en un México aterrador para ti
las tormentas los tormentos Paul Eluard
y tú avanzando con la espalda arqueada
en la forma infinita
que tienen los poetas cuando están tristes
bonjour tristesse decía bonjour tristesse
porque todas las mañanas la tristeza estaba junto al lavabo
París se adivinaba tras los vidrios oscuros
como las gafas de la policía
pero había que levantarse y afrontar el espejo
la torpeza del pie ante lo inmediato
los cobardes y las ratas huían despavoridos
para salvarse para salvarse
ah las heridas Paul Eluard
las grandes heridas que dan los besos recordados
y el insomnio el demonio
la traición ensañándose en lo mejor de nuestra fe
y el asco y el amor que se sienten por el amor
y el sufrimiento que nos hace compasivos y ardientes
el poeta conserva la esperanza
cuando otros la abandonan o trafican con ella
es irreal mi soledad decías
pero el milagro es cierto Paul Eluard